
Efectivamente, esta expedición arqueológica centrada en el Sureste y Este de la Península Ibérica, llevada a cabo entre los días 6 y 10 de diciembre, ha permitido hacer un recorrido por Cartagena, Alicante, Valencia y Sagunto; todas ellas ciudades clave para entender la presencia íbera, cartaginesa y romana y sus conflictos en torno al siglo III a.C.
El primer punto de nuestro recorrido nos condujo a Cartagena, donde, además de conocer la orografía de la zona, conocimos de cerca la importante labor de gestión y puesta en valor patrimonial que se inició hace unos 10 años. Yacimientos como la Muralla Púnica, Castillo de la Concepción, Casa de la Fortuna o el Teatro Romano dan buena cuenta de ello. Sin embargo, de gran interés para los asistentes fue la visita al Barrio del Foro, puesto que contamos para su explicación con el Catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia, José Miguel Noguera, director también del proyecto que está todavía en vías de desarrollo para recuperar parte del foro de Cartagonova. Igualmente llamativo, por lo peculiar de su contenido y lo didáctico de su exposición, fue el Museo Nacional de Arqueología Subacuática.
El viernes 8 pusimos rumbo a Alicante, donde tuvimos tiempo libre para visitar uno de los Museos de Arqueología mejor valorados a nivel mundial: el MARQ. A continuación, nos dirigimos hacia la localidad de El Campello, donde se localiza uno de los yacimientos íberos más especiales del entorno: la illeta dels banyets. Se trata de una pequeña península con ocupación prehistórica, protohistórica, romana e islámica, dando cuenta de la importancia de este pequeño emporio marítimo.
La jornada en Valencia incluyó un recorrido por la Catedral, así como la Cripta de San Vicente, el centro de interpretación de La Almoina y la Torre de Serranos. De todos ellos, destacamos por la extensión del mismo, el lugar en el que se encuentra (pleno casco urbano) y la importancia de los restos conservados, La Almoina, que muestra la evolución del centro de Valentia, desde época republicana hasta época islámica, con restos del Alcázar.
Por último, antes de volver a Córdoba, hicimos una pequeña incursión a la cercana Sagunto; ciudad clave en el desarrollo de la II Guerra Púnica, de la que destaca su Castillo, en cuyo interior se encuentra parte del foro de la ciudad romana, la judería, el Museo Histórico, el llamado Templo de Diana y el teatro, este último objeto de una interesante polémica por las restauraciones agresivas que experimentó en los años 90 del siglo XX.